Se burlaron de sus trenzas y de sus palabras, que aristarco y el teorema de Euclides eran conceptos errados.
- Sin embargo cuando el Imperio caía y sucumbía todo conocimiento, se comenzaba a engendrar la peste de nuestras mentes, lo que ciega y corta las lenguas lo que asemejan con una cruz, los que escupen al cielo pero siempre se les devolverá. Cuando el ágora era un espacio de expansión, esparcimiento todo fue reducido a creerle a una entidad sin libertad de cuestionar, la filosofía no tenía cabida en este tiempo se perdió entre la boca de los morales, quienes al escuchar algún alzamiento de voces contrarias lanzaban a sus parabolanos - predicadores de cristo- en realidad difundidores de falacias. Ahora, ¿hay diferencia con nuestros tiempos?