jueves, 21 de mayo de 2009

Fecha de vencimiento.


Paralelamente…

Ella había salido de un sillón rojo, de una habitación comenzando el amanecer, de un departamento sofocado de ruidos de micro, no se entendía y tampoco quería entenderse, no caminaba a toda prisa, fumaba un viceroy – parecía que se lo iba a tragar debido a la rapidez con que fumaba – usaba una chaqueta de cuero y unos pantalones muy ajustados. Sus pasos eran con mucha determinación, se podían marcar en el suelo, sentía la necesidad de fumar al punto de quedar sin voz y quizás lograr tener un cáncer a largo plazo, pero era el último que le quedaba.

Mientras doblaba miraba su bolsillo roto, tenía un agujero… Había sido una larga caminata, las calles no las distinguía, pensaba si era lo correcto, pero ¿qué es lo correcto?, en verdad no era el momento de cuestionarse.

Antonia estaba medio tirada en su sillón habitual tenía un color bastante rojo, generalmente se sentaba a disfrutar un cigarro, pero esta vez no se encontraba por eso motivo sentada ahí, como inerte, estaba ahí porque había perdido algo, quizás lo más valioso que había tenido. Prefirió volver a ver el amanecer, muchos días anhelo no dormir para ver esos tonos, sentía que se podía calmar, sentir un poco de brisa, el sonido de las micros, pero esta vez no era la solución, algo en ella no estaba presente y se había ido muy lejos dentro de un bolsillo a medio coser.

Domingo, odiaba los domingos, Antonia aun estaba sentada en el sillón, eran casi las dos de la tarde y habían pasado 6 horas desde que se había ido Julia, a su alrededor solo habían colillas y cenizas, compartían el vicio. Casi a las 7 de la tarde se había comenzado a mover, las piernas no podían responderle, sus ojos estaban prácticamente secos y sus labios aun extrañaban el roce, el ruido de las calles habían desaparecido. Mientras comenzaba el inicio del movimiento de sus piernas pensaba en Julia, en su cabeza era lo único existente, su nombre resonaba, pero no había nada que hacer. Es que lo sentía era mucho más allá que la angustia o tristeza, era inexplicable, aun no podía reaccionar debido al estruendo producido por la puerta…






Wüppertal
















Es casi comparable con los amantes del circulo polar pero en versión vasca. El amor entre una enfermera de un psiquiátrico y un militar retirado apunto de atracar un banco, la taciturna y el energúmeno

viernes, 15 de mayo de 2009

Un chien andalou

Coppola's


Familia marcada por la fatalidad y la traición / Ondero hotel Chateau Marmont de Los Angeles.


Somewhere - Tetro.